16.12.12

Dulcería Celaya: antojos pre-navideños

Hace casi un año que fui por última vez a la Dulcería Celaya en el centro de la Ciudad de México. Está ahí desde 1874, primero en Madero y ahora en la calle de 5 de mayo no. 39. 


La dulcería es especial porque se dedica a vender dulces artesanales típicamente mexicanos. Es una parada esencial para cualquiera que haga turismo en el centro de la Ciudad de México; si no la conocen vayan cualquier día, o el fin de semana para que esté "un poco más tranquilo", aunque dudo que así sea hasta después del 7 de enero.


Dulces típicos mexicanos hay cientos, algunos de ellos ya se los he enseñado aquí como la capirotada o la calabaza en tacha. Pero hay merengues, cocadas, suspiros, gaznates, frutas cristalizadas (con azúcar), confitadas, los chongos, nueces-almendras-cacahuates garapiñados, churros, obleas, cajeta, alegrías (amaranto), arroz con leche, palanquetas, ate, glorias, higos, camotes, plátanos ahumados, muéganos, mazapanes y muchos más. En este link hay una explicación más amplia de ellos.

Curiosidades de Día de Muertos en dulce.

Hay zonas en las que aún pasan de vez en cuando los "merengueros" con sus charolas en la cabeza vendiendo esos clásicos merengues rosas y gaznates. Este tipo de dulces nació a raíz de la conquista y la mezcla, como muchas, muchísimas cosas clásicas del México de hoy, de la mezcla española y mexicana. 

Nótese en la foto (derecha y abajo) un pedazo de buñuelo mexicano, muy diferente a los españoles.

Jugar "volados" (aventar una moneda al aire y adivinar) fue costumbre durante varias décadas, actualmente casi desaparecida. Curioso es que en algunos lugares de España también se hacían este tipo de juegos y apuestas con los dulces, en este caso con los barquillos. Ya se los enseñaré en Salamanca.


Aquí mi dulce favorito, arriesgándome a cambiar de opinión consecutivamente con los dulces, pero ha permanecido en su lugar muchos años, aunque me coma uno nada más. Canela, azúcar y leche. Me fascinan y lo más divertido es que no sé nunca cómo se llaman (no son "jamoncillos).


Yo seguiré esperando que Madrid se convenza de verse blanco, aunque mis esperanzas no son muchas, leeremos Claraboya y probablemente iré en "modo turista" al Navibus a ver las lucecitas madrileñas

3 comentarios:

olivia dijo...

Hoal Chinita, pero que manera tienes de antojar, además de ser un lugar encantador landulcería Celaya parada obligatoria en la próxima visita a la Ciudad de Mèxico, los dulces que tebgustan según yo se llaman macarrones, tmb los hay alargados, de bolita con una nuez encima, oye cabe mencionar tmb la cajeta, los huevos reales que le encantaban a tu abuelo Ch., las marqueses, bueno debe haber muchos más. gracias por este dulce despertar, jaja, besos.

Amanda dijo...

Que antojo ! Se me hace agua la boca, a mí también me gustan esos dulces de leche y canela, no se si son los mismos, yo conozco unos michoacanos con forma como de nuez por describirlos de alguna forma pero tampoco sé como se llaman.

I.E dijo...

Tiita,

ustedes que están cerca aprovechen. Yo me quedaré con el antojo unos mesesitos más. Hay tantos dulces, que me pasó como con los tacos, de los cuales por cierto alguien tuvo la misma idea e hicieron una "tacopedia". Los huevos reales no son mi hit ja,ja, pero un día de estos haré buñuelos, espero receta de mi abuela.

Amanda,

ya nos enteraremos de los dulces, los macarrones que dice Olivia, son creo, los mismos pero son canela. Me acordé que en la Mariposa queretana he visto que venden dulces aunque no los he probado.