30.12.12

¡Feliz 2013! Recuentos 2012: lugares y comidas

Mi último post del 2012 es un antojable recuento de las comida y lugares de este año. En el primer collage están todos los lugares que visité, conocí, re-conocí y pisé, este año, que listo más abajo. En el segundo collage una recopilación de las comidas "relevantes" porque sería imposible poner todo lo que quisiera poner.




España: Ábalos Angosto Aprikano Avecia Aspuru Chinchón Gijón Izarra León Logroño Madrid Oviedo Salamanca Santander  Segovia Vitoria Cuenca San Ildefonso-La Granja Pedraza

Francia: Estrasburgo
 

Holanda: Ámsterdam

México: Ciudad de México y área metropolitana Peña de Bernal Querétaro Tepoztlán


Portugal: Belém Cascais Lisboa Sintra





Hace unos días después de ver el Hobbit (seguro ya fueron a verla después de mi recomendación, ¿verdad?), hacíamos otro recuento, el de las mil tradiciones medio esotéricas que giran alrededor del mundo en la noche de fin de año. A mí en especial la idea del año nuevo me causa "algo", me da nostalgia y podría decir que hasta me pone nerviosa.

Yo, como les conté el año pasado, me limito a escribir algo, lo que sea en unas cuantas líneas justo antes del nuevo año. Sería curioso encontrar lo que he escrito, aunque siempre termino haciéndolo en pequeñas hojas o papelitos tipo post-it lo cual los vuelve "perdibles". 

Por cierto nunca se me va a olvidar el año que corrimos en Xalapa con dos maletas enormes por toda la manzana, culpa de la tíita O. ¿o no? Otro memorable cuando NLE y yo despertamos a las 7 am el primero de enero para irnos a tomar fotos del centro de la Ciudad de México prácticamente vacío. 

¿Ustedes tienen alguna tradición o ritual de fin de año?


Feliz 2013


28.12.12

Mermelada de pimiento rojo con queso edam: ideas para fin de año.

Este año no podía cerrarlo sin poner una receta, cosa bastante escasa por aquí últimamente, pero añadiré a la lista de propósitos, que nunca hago -la lista-, poner más recetas en el blog. La que les dejo queda perfecta, digo yo, para la cena de Año Nuevo. También con ella participo, retomo por fin, en Memorias de una cocinera y sus retos mensuales.

La receta es muy fácil, mermelada de pimientos acompañada de panecitos con queso Edam (o cualquier otro queso).



Antes de la receta les cuento qué cenamos en Navidad, y al día siguiente, rápidamente. La pasamos en casa de los papás del pequeño "Chefcito", es decir Bruno. Sólo éramos 6 y estuvo todo, o casi todo, cocinado por la mamá del anfitrión que estaba de visita por acá (ellos también son de México). 

El menú, en el que esta ocasión no tuve nada que ver: caldo de camarón (siempre se agradece), ensalada de manzana (cómo me gusta esa ensalada), pasta con tomates cherry y ajo, lomo con salsa de pasilla (que probé y estaba bueno) y postres hechos por la anfitriona, en especial menciono uno de mousse de té de jazmín, cubierto de chocolate blanco y relleno de "galleta" de maracuyá con dulce de leche.

Ya les contaré el menú de fin de año con recetas, en el que sí intervendré, ja (no era risa diabólica, pero queda). Ah, y el 25 cociné bacalao, que debo decir me queda bastante bueno, con la receta de La Madre, que era de la Abuela -mía, no de la Madre-. Mi postre fue turrón. Así que también en un futuro la receta del bacalao.

Ahora sí:

Mermelada de pimiento rojo

2 pimientos rojos
1/2 taza de azúcar
1 cda. de sal
un poco de agua

A los pimientos se les quitan las semillas y las orillas blancas, se pican en cuadritos muy finos y se ponen a fuego bajo con muy poca agua, sin que los llegue a cubrir, sólo para que se humedezca el azúcar que se añade junto con los pimientos. Se deja en el fuego removiendo de vez en cuando hasta que se caramelice y tenga textura de mermelada, deba llevar un poco más de media hora. 

Si está muy espeso agregar un poco de agua o si está muy líquido subir un poco el fuego para que evapore. Poner una pizca de sal y si se quiere un poco de pimienta blanca, yo no le pongo.

Se puede poner caliente sobre un queso crema o servir a temperatura ambiente en pan y queso edam.



Todavía no les diré feliz 2013... por aquí nos vemos antes de que se termine el año.

PD Ayer vimos "El Hobbit" y no puedo creer que haya sido así de criticada, la amé, me encantó, es buenísima y toda ella es excelente.

24.12.12

El cascanueces, por el Royal Ballet.




El  ballet de el cascanueces de Tchaikovsky, es uno de esos clásicos navideños, al que hay que ir a ver en vivo al menos una vez en la vida. Ojalá algún día sea para verlo interpretado por el Royal Ballet, mientras tanto ya lo he visto en México hace unos 4 años. Vale mucho la pena comprar tus boletos mucho antes, ya que igual que con el Lago de los Cisnes, se agotan rapidísimo.

Debo decir que me acabo de enterar de que sí, obviamente la música es de Tchaikovsky, pero la historia adaptada que conocemos, es de Alejandro Dumas, padre (sí el de Los tres Mosqueteros y el Conde de Montecristo), y el cuento original de un tal Hoffman, al que no conocía.

Encontré este video, que está en dos partes, del ballet completito representado por el Royal Ballet. Es el que se ha presentado este año y The Guardian hace el favor de reproducirlo. 

Vale mucho la pena, y pocas cosas más navideñas se me ocurren. Un vino caliente, unas galletitas y sentarse a verlo... un vino tinto (Eguíluz, claro) y unos quesitos y sentarse a verlo... una cerveza y unas aceitunas y sentarse a verlo... un chocolate caliente y unos churros y sentarse a verlo... un café y un pedazo de pastel y sentarse a verlo.

Me abstengo de decir más sobre Navidad, creo que puede ser una fecha  "apapachablemente" festejable, aun sin el sentido religioso, así que disfruten mucho "que hoy es Noche Buena y mañana Navidad".

 
                   
                   
                   

                   
                   
                   
                   

22.12.12

Recopilaciones: libros y cuenta atrás para el 2013.

Nos quedan diez días de 2012 y en vista de que medio mundo ya dio por cerrado el año, comenzaré con mis recopilaciones, que serán pocas tampoco se asusten. Libros, ciudades, el blog y algunas cositas más. También actualizaré y cerraré la página del blog "Libros del 2012", que he tenido un poco abandonada. 

Leí menos de lo planeado, y es que leer artículos para la tesis quita demasiado tiempo para otro tipo de lectura, o al menos ese fue el pretexto. Este año decidí incluir algunos libros que, aunque académicos, pueden ser leídos y disfrutados por cualquiera, que no necesariamente esté metido en una investigación.


Leí sólo 17, son menos de dos al mes, y les cuento que leo bastante rápido, sobre todo cuando me "pico" con una novela. Así que realmente es muy poca lectura para los 356 días que llevamos este año (fue bisiesto). 

Me gusta que uno de estos libros fue escrito por  una persona a la que conocí (Leticia Calderón Chelius), y que un segundo por una investigadora con la que tengo cierto contacto (Gloria González-López). Al de Leticia le hice una reseña, publicada en la revista Migraciones de la Universidad de Comillas y el otro es como la biblia para escribir mi tesis. Ah, y claro no dejar de mencionar haber conocido en Lisboa (¡cómo me gusta Portugal!), por cinco minutos a Pilar del Río, compañera y traductora de Saramago.



Dato interesante, al menos para mí, es que recorrí varios países leyendo; leí clásicos, académicos, obras de premios nobel y obras nuevas; desde el 1900 hasta el 2012; releí autores, leí varios del mismo autor este año y conocí nuevos; leí libros regalados, comprados y prestados (de personas y bibliotecas). Tuve que dejar libros en México en diciembre y en octubre, que no logré terminar y se quedaron pendientes para algún otro año, y también tengo uno perdido, ¿dónde te dejé Jane Austin?

En fin aquí el listado:

Marina de Carlos Ruíz Zafón
La isla bajo el mar de Isabel Allende
Hierba Santa de Alexandra Scheiman
Los superhéroes no existen de Leticia Calderón Chelius
Gente con Clase de Juan Lázaro
La invención de Hugo Cabret de Brian Selznick
Historia de la Sexualidad I de Foucault
La casa de los espíritus de Isabel allende
Paula de Isabel Allende
La civilización del espectáculo Mario Vargas Llosa
The wonderful Wizard of Oz de Lyman Frank Baum 
Ficciones de Jorge Luís Borges
Vida de Marquesa de José Manuel Villalpando
El hombre duplicado de Saramago
Travesías Eróticas: La vida sexual... Gloria González-López
El juego del Ángel Carlos Ruíz Zafón
Claraboya (por terminar en estos días) Saramago


Por cierto recordando libros que te marcan por una u otra razón, estaba pensando en: "La vuelta al mundo en 80 días"

Un último extra que ya había puesto alguna vez, pero que no está demás recordar:


PD Para los que no tienen otra cosa mejor que decir que contar su última fiesta (borrachera incluida), lean un libro, así sea el más malo, será mejor que escuchar sus historias. Sí, estoy de grinch.

16.12.12

Dulcería Celaya: antojos pre-navideños

Hace casi un año que fui por última vez a la Dulcería Celaya en el centro de la Ciudad de México. Está ahí desde 1874, primero en Madero y ahora en la calle de 5 de mayo no. 39. 


La dulcería es especial porque se dedica a vender dulces artesanales típicamente mexicanos. Es una parada esencial para cualquiera que haga turismo en el centro de la Ciudad de México; si no la conocen vayan cualquier día, o el fin de semana para que esté "un poco más tranquilo", aunque dudo que así sea hasta después del 7 de enero.


Dulces típicos mexicanos hay cientos, algunos de ellos ya se los he enseñado aquí como la capirotada o la calabaza en tacha. Pero hay merengues, cocadas, suspiros, gaznates, frutas cristalizadas (con azúcar), confitadas, los chongos, nueces-almendras-cacahuates garapiñados, churros, obleas, cajeta, alegrías (amaranto), arroz con leche, palanquetas, ate, glorias, higos, camotes, plátanos ahumados, muéganos, mazapanes y muchos más. En este link hay una explicación más amplia de ellos.

Curiosidades de Día de Muertos en dulce.

Hay zonas en las que aún pasan de vez en cuando los "merengueros" con sus charolas en la cabeza vendiendo esos clásicos merengues rosas y gaznates. Este tipo de dulces nació a raíz de la conquista y la mezcla, como muchas, muchísimas cosas clásicas del México de hoy, de la mezcla española y mexicana. 

Nótese en la foto (derecha y abajo) un pedazo de buñuelo mexicano, muy diferente a los españoles.

Jugar "volados" (aventar una moneda al aire y adivinar) fue costumbre durante varias décadas, actualmente casi desaparecida. Curioso es que en algunos lugares de España también se hacían este tipo de juegos y apuestas con los dulces, en este caso con los barquillos. Ya se los enseñaré en Salamanca.


Aquí mi dulce favorito, arriesgándome a cambiar de opinión consecutivamente con los dulces, pero ha permanecido en su lugar muchos años, aunque me coma uno nada más. Canela, azúcar y leche. Me fascinan y lo más divertido es que no sé nunca cómo se llaman (no son "jamoncillos).


Yo seguiré esperando que Madrid se convenza de verse blanco, aunque mis esperanzas no son muchas, leeremos Claraboya y probablemente iré en "modo turista" al Navibus a ver las lucecitas madrileñas

12.12.12

Un café: "Como darle un beso a Saramago"

Ya casi puedo publicar algo más, mientras tanto:




Un café para el otoño en mi taza de la Fundación Saramago, Casa dos Bicos. Ahí, según recuerdo, Pilar del Río me contó. que dicen por ahí, que beber café en esta taza es como darle un beso a Saramago.

8.12.12

Cuenca, yo sigo dando vueltas


Al día siguiente de volver de Estrasburgo, a las 9 am ya estaba rumbo a Cuenca. Ga.Ca nos invitó y allá fuimos junto con Eva y una amiga suya. Por supuesto que estuve en calidad zombie durante buena parte de la mañana, y peor aún porque con las prisas no hice mi tarea de buscar datos turísticos, y excepto por un pequeño detalle famoso no sabía a qué iba.


Cuenca está a unos 170 km de Madrid, es decir a unas dos horas, dependiendo de todas las obviedades posibles. Su más famoso atractivo son las casas colgantes que datan del siglo XV, sigo en la misma época viaje y viaje. Sólo son tres casas, pero son uno de los puntos a visitar de la zona. 



El puente de San Pablo es de donde se observan las casas colgadas, como no me gustan mucho que digamos las alturas, lo pasé rápido, pero aun así hice algunas fotos bien merecidas. El puente antiguo era de piedra del siglo XII, pero se cayó y fue construido el que hay ahora en su lugar en 1902. 


Cuenca tiene muchos edificios antiguos e iglesias que visitar, pero recorrer la ciudad simplemente observando sus paisajes tiene encanto. Son muy distintos estos lugares de Castilla - La Mancha, el cielo que nos tocó por supuesto que ayudaba mucho. Sus callejones y las casas pintadas de colores, recuerdan un poco a Guanajuato, México, aunque los dos los conozco igual de poco, tarea pendiente. Los extraños paisajes de Cuenca, se deben según estaba leyendo, a que se encuentra en una hoz, que es un cañón, pienso de inmediato en Chiapas y en Colorado.


La Catedral también es el siglo XII, aunque fue consagrada hasta el 1208. Por fuera tiene una fachada blanca y pareciera que no está terminada, por dentro no pude ver mucho, porque ninguno quisimos pagar por entrar, cosa que cada vez sucede más en las iglesias, y que no me gusta nada. 


La ciudad fue nombrada Patrimonio Cultural de la Humanidad en 1996. Y creo que está bien merecido el reconocimiento. Hay algunas casas rurales, pero está el parador-hotel que ven abajo, es el del Convento de San Pablo, igual que el puente, que se construyó en el 1500. Si alguien tiene curiosidad cuesta alrededor de 160€ la noche.


La comida en esta ocasión es un terreno complicado. En general es muy carnívora, y aparte no creo que hayamos comido en el mejor lugar de Cuenca. Lo típico de la zona, que debo cocinar mi propia versión, es el ajoarriero; una especie de puré de papa con mucho ajo, pan molido y aceite de oliva.  Yo comí una sepia, especie de calamar común en España, que ni bien ni mal. 

También probaron morteruelo que es la cosa café de abajo, bastante mal presentados por cierto; es una especie de puré de hígado de cerdo, con especias y pan. Finalmente unos zarajos que también se ven abajo, son tripas de cordero fritas, probé una mínima cantidad y sabían MUY fuerte, para que me entiendan: si comiera carne, me comería los tacos de tripa en México sin problema, esto no. Tienen varios dulces típicos que no probé, para mal supongo.


Por cierto que hacía mucho frío, bastante más que en Madrid, y el aire era fuerte, hacía que se sintiera más. No dejen de ver, si van, el Casco Antiguo y la Torre Mangana que es un reloj que está un poco escondido, pero tiene unas vistas que completan Cuenca.


Me voy con mis estornudos alérgicos, a terminar de rellenar mi agenda 2013 que me tiene contenta porque así comienzo a poner orden, cosa que en periodos como éste no se me da tan bien como quisiera. Lo único es que es de gatos negros por aquello del 13, no me gusta la idea, pero mi agenda siempre es divertida, así que viviré con ello y me acordaré mucho más de NanaGrillo este año, ¿verdad amiga?

6.12.12

Estrasburgo: Un cuento de Navidad en el Parlamento Europeo

No comprendo cómo están haciendo todos los blogs que leo, o casi todos, para publicar a diario desde que comenzó diciembre. Yo desde que comenzó el año diciembre, no sé dónde tengo la cabeza. Aunque creo que eso no le sorprenderá a nadie mas que a mí cuando caigo en cuenta de ello.

Bienvenidos a la Navidad

Ayer cuando abrí la quinta ventanita de nuestro Calendario de Adviento, que compré por un euro y pura diversión, me cayó de peso el chocolate de ver que ya no tengo más 2012 y sigo con todo en la cabeza y nada en la realidad.

Antes entonces de que se me acabe el año con mil pendientes, entre ellos posts, libros, trabajos y demás, les presento Estrasburgo. Algunos ya vieron parte de estas fotos en otros medios, y medio les conté, pero no quería dejar de ponerlo aquí con todos sus detalles y sobre todo para contarle a todo el mundo que fui a la tierra de la Navidad y que no está en el Polo Norte, está en Estrasburgo, Francia.

El Vino Caliente, la bebida mágica

A Estrasburgo, como les conté,  fui a un Congreso, más claramente a un Simposio organizado por CONACyT para los becarios y ex-becarios que estamos en Europa. Fuimos becarios de Inglaterra, Francia, España, Italia, Bélgica y Holanda, si es que no olvido a alguien. Éramos 139 ponentes y otros oyentes y organizadores, es decir una masa de mexicanos que invadimos Estrasburgo durante algunos días. Me gustó conocer qué hacen otras personas que estudian maestría o doctorado acá, estuvo muy lindo conocer esa ciudad y sobre todo a muchas personas e historias interesantes.

Mis deliciosos quesos de mi primera cena.


No puedo dejar de mencionar (ahí va otra vez a meterse en conflictos que no vienen al caso en el blog), que una gran parte de becarios estuvo haciendo consignas y hasta una mini manifestación en contra de lo que sucedería el primero de diciembre en México. Sin embargo, creo que ninguno pensó que ese día sería tan terrible como lo fue, especialmente para muchos a los que les está cambiando la vida, por documentar, pasar por ahí o manifestarse pacíficamente. No puedo sacármelos de la cabeza.



La pequeña Francia, con casas del 1400

Ahí lo dejo. Pasemos a Estrasburgo y la feliz ciudad de la Navidad. El primer día y la mañana del segundo anduve solita, NLE ahora sí no pudo acompañarme. El viaje fue muy pesado porque era volar a Frankfurt, saliendo de la casa a las 430 am, habiendo dormido a la 1 am, llegando a Frankfurt a las 9 am y tomar un autobús a Estrasburgo a las 11 para al fin llegar a mi hotel a las 1345. Aun así fue un muy buen vuelo de ida y vuelta con Lufthansa. 


La impresionante Catedral de Notre-Dame de Estrasburgo

Comí muy rico a excepción del primer día que me metí a un café y fue la peor pasta que haya comida en mi vida. En mi primera cena comí quesitos deliciosos, empezando por el münster, que me llevó a una conversación donde un muy molesto tipo (francés) me dijo: "Ah eres mexicana, no pareces, por el cabello y porque no tienes el cactus style". Sin más comentarios a su comentario, mi cena fue deliciosa. 

En muchos de los cientos de puestos del mercado de Navidad, que está divido en bloques por la pequeña ciudad, caminable de punta a punta, venden Vin Chaud o Glühwein, que a mí me gusta mucho. Tomé tinto, que es el mejor, el blanco no lo conocía y no me agradó. También tienen una bebida similar de cerveza, de la cual paso y una de jugo de naranja caliente con miel, que no probé.

El reloj astronómico

No conozco Alemania más de lo que pude ver en el autobús y en el aeropuerto de Frankfurt, pero al parecer Estrasburgo, Alsacia, es mucho más alemana que francesa, o al menos una excelente mezcla. Lo que se nota en la arquitectura y comida, como el chucrut (col), por ejemplo. Parte de lo más relevante es su catedral, la cuarta más alta de Europa y una de las más importantes del gótico. Con un reloj astronómico que puntualmente, desde hace unos 500 años, suena a las 1230 del día moviendo sus perfectamente bien hechas figuras mecánicas.

Con las manos en la masa.
Como datos básicos de Estrasburgo: los hoteles son caros, yo me quedé una noche en el Hotel Beaucour, que es lindo, tiene un excelente (no barato) desayuno, tiene cuartos sencillos, pero limpios y bonitos, un edificio arreglado muy navideño, muy buen personal y sobre todo excelente ubicación. El tram (comprar boleto en las máquinas y validarlo) y el autobús (se puede pagar al conductor con cambio) cuestan 1,60€ viaje sencillo y 4€ por 24 horas. En el mercado de Navidad se puede comer por unos 9€ y no hay que dejar de ir a los Winstubs, que son los bares típicamente Alsacianos.

¿Qué me como?
Estrasburgo tiene buenos vinos, como el pinot noir que a mí me encanta. Y una cantidad impresionante de cervezas y cervecerías artesanales con mucha cerveza blanca o de trigo, la cual también me encanta; sólo no me gustó la típica Meteoro. Los quesos se tienen que probar, y hay muchas otras especialidades que dejé pendientes. Las tarte flambée que probé están muy buenas y también la tarte d´ognion.

Una de las iglesias más hermosas del mundo
La iglesia de la que les hablaba arriba la encontramos por casualidad. Data del año 1030. Es protestante desde el 1800 y es una de las iglesias que más me han gustado en el planeta entero. Es verde, tiene unas pinturas y decoraciones muy diferentes e interesantes, y aparte había un coro cantando que le daba un algo extra. De verdad es hermosa: Saint Pierre le Jeune.

Paisajes de Hänsel et Gretel (sí es con N)
Antes de irme les digo que sí hay una tienda y un puesto de Navidad llamados Hansel y Gretel y que vi a un castor, bueno, a dos, en vivo y a todo color y que son hermosamente simpáticos y peludos. No pongo fotos del Parlamento Europeo, sede del Congreso, porque no tengo mucho material decente, y mejor no, ja, ja.


Ya se siente que se va el 2012

Próximamente Cuenca, los pendientes del #SpainRoadTrip2012, recuento de libros y ciudades del 2012, y lo que se vaya presentando, que seguro habrá que contar este fin de año. 

¿Ya vieron que ya cae nieve, al menos, en mi blog? Porque en Estrasburgo me engañaron y Madrid quiere que me vaya sin verlo blanco.

Au revoir...