26.11.12

Una panadería, una hacienda y Peña de Bernal: recorriendo Querétaro.

Sucré Salé es la panadería de la que verán un delicioso pan aquí abajo. Fuimos a conocerla por la Alianza Francesa de Querétaro. Está en Av. Universidad 42 y si están o pasan por ahí no dejen de ir y probar sus deliciosos quiches, baguettes y croissants.


Antes estaban en la Ciudad de México, según nos cuenta su dueño y panadero, pero debieron viajar a Querétaro, en donde viven y trabajan hace ya dos años. Pueden ver su FB aquí.


Tenía, como verán, algunas cosas pendientes que enseñarles y no todas daban para un post, así que aquí junté tres: la panadería, la hacienda en la que fue la boda de CyL (dígase cuñado), y detalle de Peña de Bernal, otro pueblo mágico mexicano.


Antes de pasar a la hacienda, les dejo al panadero, corriendo rápidamente a meter las charolas al horno. Las que sacaba olían delicioso.


La hacienda en cuestión, es la hacienda de Viborillas, está a unos 40 minutos del centro de Querétaro, en dirección a Peña de Bernal. No es necesariamente que tenga cosas espectaculares en comparación a otras haciendas, pero tiene algunos lindos detalles, como vagones de trenes montados o un muy lindo salón en el que organizan bodas civiles.


No es que disfrute los posts en donde no escribo mucho, pero es que hay temporadas en las que es más difícil dedicarse mucho rato al blog, que es largo el tiempo que se llevan algunas entradas. De hecho tengo correos sin responder desde septiembre, uno que prometí este fin de semana, una presentación sin terminar para esta semana y, como ya saben, una tesis estancada.


Así que no prometo más de unas cuantas líneas respecto a Bernal y me voy hasta la siguiente semana, porque dudo que tenga mucho tiempo en Estrasburgo. Sobre todo porque resulta que como el congreso es en las instalaciones del Parlamento Europeo, los invitados, dígase los que no trabajamos ahí, no tenemos acceso a WiFi. 



Ustedes disculparán que el día de Peña de Bernal no estábamos de buenos fotógrafos y no son las mejores fotos de la historia, pero prometo que el pueblo vale la pena. Lo más relevante del pueblo, en teoría, es la peña. Es un monolito de piedra que es el tercero más grande del mundo (después de Gibraltar y uno que está en Australia).




Me estoy enterando de que el pueblo se llama en realidad Villa de San Sebastián Bernal, o eso dicen sus pobladores en la página donde pueden encontrar más información del lugar: http://www.de-paseo.com/Bernal/Bernal.htm 



Si van a Bernal, pueden aprovechar para conocer Tequisquiapan, que es muy lindo y en el que hay lugares donde se come muy bien. También es pueblo mágico,  lo acaban de nombrar recientemente.  En "Tequis" está la feria del vino y el queso, que dicen ya no es lo que era, pero alrededor del pueblo hay queserías interesantes y viñedos, como Freixenet.


Ahora sí los dejo con tres ideas distintas en sus cabezas, yo voy por mi "refrigerio", botana o antojo de la tarde noche, que ya son las 18:51, y yo sigo sin presentación para el jueves. 

Deséenme suerte para que no piense en el avión las próximas 24 horas y no me caiga de peso la desmañanda, que tengo que estar en el aeropuerto hacia Frankfurt a más tardar a las 4:50 am.

Au revoir...

2 comentarios:

Amanda dijo...

Oh Querétaro. Que es de mañana y se me antojó el pan.
La peña de Bernal es un clásico, hemos ido como un millón de veces, de chiquita me perdí por alla arriba con mi prima tratando de subir, dice mi mama que sólo veia nuestras camisetas rosa y verde desde abajo dando vueltas sin sentido. A riesgo de sonar como una abuela, antes era aun más mágico porque en el pueblo básicamente no había nada, sólo un puesto de elotes , una tiendita, la iglesia y alguna tienda de tapetes. Que bonita la hacienda ;) Yo iba a la alianza francesa en las tardes...

I.E dijo...

Se me había pasado este comentario, no sé porque nunca lo respondí. Sí te doy la razón en que ha cambiado aunque, sigue teniendo encanto. La Hacienda está increíble.